El género y la
educación
Los chicos y las chicas
tienen necesidades diferentes
Por
el padre John Flynn
Quienes
defienden la educación por separado de chicos y chicas han recibido el apoyo de
un informe recientemente publicado en Inglaterra.
En
diciembre, Ofsted, el servicio inglés de inspección para niños y estudiantes,
publicaba el informe titulado, «2020 Vision». El documento consideraba lo que
podría ser la enseñanza y el aprendizaje personalizado en las escuelas en los
primeros 20 años del nuevo milenio.
El informe
apoyaba la idea de que se debería enseñar a los chicos por separado para frenar
sus peores resultados frente a las chicas, informaba el periódico Telegraph de
Londres el 4 de enero.
El informe
mismo contenía una sección comentando la «división por géneros» en los
resultados educativos de chicos y chicas. Esta diferencia de resultados se ha
visto que existe en muchos países. El informe PISA (Program for International
Student Assessment), publicado en el año 2000, mostraba que las chicas tenían
resultados significativamente mejores que los chicos en las pruebas de lectura
en todos los países menos en uno. En las matemáticas también quedaba clara la
división por géneros – a favor de los chicos – aunque era
menor.
Las razones
de estas diferencias son complejas, observaba el informe de Ofsted. Las
investigaciones muestran que incluso a muy temprana edad los chicos tienden a
ser mejores en matemáticas y en ciencias, y las chicas en lectura y arte. Las
diferencias en los resultados, sin embargo, pueden cambiar según los métodos de
enseñanza dirigidos específicamente a ayudar a los chicos a superar sus
dificultades.
Moulsham
High, por ejemplo, en Chelmsford, una población en el sureste de Inglaterra, ha
separado a chicos y chicas en los primeros cinco años de estudios desde los años
setenta. Y ha tenido éxito en los resultados tanto de chicos como de chicas,
informaba el Telegraph en otro artículo el 4 de enero, como parte de una serie
sobre colegios con separación por sexos.
«Sólo
necesitas ver a un chico de 11 años para ver que es radicalmente diferente de
una chica de la misma edad y necesita que se le trate así», comentaba al
Telegraph Chris Nicholls, el director de estudios.
Moulsham
separa los sexos cuando los alumnos llegan a la escuela a los 11 años. Una vez
que cumplen los 14, se mezclan para algunas clases, pero se mantiene la
separación en matemáticas, inglés y ciencias.
Desarrollar
los talentos
El
Chelmsford County High School para chicas es un colegio con un notable éxito en
la educación con separación de sexos, informaba el Telegraph el 11 de
enero.
El colegio,
para chicas entre 11 y 18 años, que se encuentra en el condado de Essex, supera
a cualquier otro colegio, según los resultados publicados el verano
pasado.
Glynis
Howland, la jefa de estudios del colegio, declaraba al periódico que la
educación con separación de sexos resulta vital para que se dé a las chicas la
mejor oportunidad de desarrollarse.
Su argumento
sobre el desarrollo tiene un apoyo en un reciente informe que muestra que no
sólo es una cuestión de resultados en los exámenes. Las chicas que acuden a
colegios con separación por sexos ganarán más en el mundo laboral que aquellas
que recibieron una educación mixta, aunque no les haya ido tan bien en los
exámenes, informaba el Times de Londres el 22 de
septiembre.
Los
investigadores del Center for Longitudinal Studies en el Institute of Education
estudiaron a 13.000 personas nacidas en 1958. Encontraron que, a los 16 años,
las chicas educadas en colegios con separación de sexos era más probable que
estudiasen materias que les gustaran y en las que fueran buenas, en vez de
permitir que los estereotipos de sexo influyeran en su elección de
materia.
Esta
tendencia continuó en la universidad y en el trabajo, permitiendo a estas
jóvenes mujeres, provenientes de colegios de sólo chicas, que entraran en áreas
de empleo dominadas normalmente por los hombres, y en las que los salarios
tendían a ser más altos.
«Los
colegios con separación por sexos parecen animar más a los estudiantes a seguir
carreras académicas según sus talentos en lugar de según su género, mientras que
en los colegios con coeducación se hacen más elecciones según estereotipos de
sexo», afirmaba Alice Sullivan, coautora del informe.
Se suavizan
las cortapisas en Estados Unidos
El año
pasado los resultados positivos de la educación por separado motivaron cambios
en la legislación federal de Estados Unidos. El Departamento de Educación
publicó una normativa, que entró en vigor el 24 de noviembre, que daba a los
colegios públicos más libertad para separar en clase chicos y chicas, informaba
el 24 de octubre Associated Press.
«Algunos
estudiantes pueden aprender mejor en ambientes educativos de un único sexo»,
afirmaba la Secretaria de Educación, Margaret Spellings. «Esta reglamentación
final permite a las comunidades establecer colegios y clases por sexos como otro
medio para salir al paso de las necesidades de los
estudiantes».
Anteriormente, con la
legislación en vigor desde 1975, las clases con separación de sexos sólo se
permitían en casos limitados, como cursos de educación sexual o gimnasia. Ahora
los colegios tienen la capacidad de ofrecer clases separadas si creen que esto
tendrá beneficios educativos. La inscripción en estas clases será
voluntaria.
Los cambios
también harán más fácil instaurar colegios de un único sexo, siempre y cuando
las autoridades locales puedan demostrar que también proporcionan al sexo
excluido colegios paralelos con ventajas «sustancialmente
iguales».
Siguiendo a
los cambios legislativos, algunos reportajes en la prensa ponían de relieve el
creciente apoyo a dar a los padres la opción de elegir educación separada para
chicos y chicas.
Campbell
Hall, un colegio privado mixto del norte de Hollywood, comenzó hace ocho años a
separar chicos y chicas en matemáticas en séptimo y octavo grado, y resultó tan
bien que ahora hacen lo mismo con ciencias, informaba el 20 de noviembre el Los
Angeles Times.
El artículo
observaba que la investigación ha sugerido desde hace tiempo que las chicas en
establecimientos mixtos difieren de los chicos y reciben menos atención de los
profesores. La idea de separar los sexos es, no obstante, criticada por algunos
grupos, tales como la American Association of
University Women y la Unión de Libertades
Civiles Americana, observaba el Los Angeles
Times.
Los
resultados en Campbell Hall han sido, sin embargo, positivos. Tras separar los
sexos para matemáticas, las chicas han logrado mejores resultados en matemáticas
en el instituto y participan más en clase.
En
la Costa
Este, la Smith Leadership
Academy de Dorchester, Massachussets, es un colegio a la carta para cerca
de 200 alumnos de sexto a octavo grado, y es la única escuela pública en la que
el estado es consciente que se enseña a chicos y a chicas por separado,
informaba el Boston Globe el 27 de noviembre.
Anteriormente era un
colegio
católico, pero desde que se dio la oportunidad de elegir hace
tres años tiene clases separadas para chicos y chicas.
En DeLand,
Florida, el colegio elemental Woodward Avenue es otra historia de éxito en la
educación con separación de sexos, afirmaba el 18 de noviembre el editorial del
Chicago Tribune.
Enfrentado
al hecho de unas notas inferiores de los chicos, hace tres años el colegio dio
la oportunidad a los padres de elegir inscribir a sus hijos en clases de un
único sexo. Los resultados de los exámenes desde el primer año mostraron
progresos significativos en los alumnos de las clases separadas por sexos,
observaba el Chicago Tribune.
Apoyando los
últimos cambios en la legislación federal, el editorial sostenía: «La clave aquí
es la elección». No todos los niños son iguales, pero para que esté disponible
la opción de la educación por separado de chicos y chicas los padres deben ser
capaces de elegir el método que mejor funcione para sus
hijos.
Otro
experimento de educación por separado, esta vez en Canadá, también dio
resultados positivos. El colegio elemental Glenmerry ha mejorado sus resultados
en los exámenes tras separar los sexos, informaba el Vancouver Sun el 16 de
noviembre.
Tras tener
separados a los chicos de las chicas, los alumnos y alumnas de séptimo grado han
logrado las mejores puntuaciones jamás logradas, incluso superiores a la media
en la región y en la
provincia. Además, los resultados han mejorado tanto para
chicos como para chicas.
Lorraine
Garnett Ward, en un artículo de opinión publicado por el Boston Globe el 30 de
octubre, afirmaba que lo que debemos asegurar es que tanto chicos como chicas
desarrollen su pleno potencial moral e intelectual.
Profesora de
inglés actualmente en excedencia, sostenía que los colegios y las clases de un
único sexo permiten a los jóvenes liberarse del peso de aprender las diferencias
entre los sexos, y les da la oportunidad de desarrollar su potencial. Un
argumento que cada vez gana más fuerza.
Fuente:
ZENIT.org
(ZS07012811)